domingo, 6 de junio de 2010

Anuncio por palabras




Este es un año de cansancio. Verdaderamente es un año muy viejo.
A. Gamoneda

SE NECESITA un ser
que quiera compartir lo poco que tenemos
de lo mucho que aún queda.
[No han de importar sus años, su condición
social, su domicilio...]
Pero es urgente.

Alguien que entienda todavía por qué se van los pájaros
otoño arriba,
a qué ha venido el hombre,
a qué flor pertenece el color de los sueños,
en qué mes se desbordan las razas infelices,
con qué uvas se pisa la esperanza,
con qué refrán se cura la maldición de estar siempre
tan tristes.

SE REQUIERE que sepa manejar el idioma de las cosas sencillas
y calcular el radio de los besos
y valorar los rostros que carecen de marca
y escribir en presente las ilusiones muertas
y entender la estructura de los gestos.

PREFERENTEMENTE niño-hombre-mujer-adolescente,
de la piel que quisiera,
con los ojos redondos como un significado,
con la voz siempre en fuga como las libertades
y las manos abiertas como diez intenciones.

Pero un ser, ante todo,
que jamás haya visto un chubasco de sangre,
que no haya puesto nunca una trampa a la vida,
que haya bebido a veces un mar de malos tragos
y a veces con la rabia haya comido tierra.
Es también requisito presentarse a deshora
con el inmenso encanto de lo que no se espera,
con la sonrisa fresca como un chorro del alma
y el eterno secreto por que uno se enamora.
Alguien que prometiera
que es preciso muy poco para ser muy feliz
a toda costa.
Pero es urgente.