sábado, 31 de marzo de 2012

Viernes de Dolores, de Música y Poesía








Permanece todavía un momento:
eres tan bella...

CANCIÓN Y UTOPÍA PARA GOETHE


Olvidarte es decir que no
a la vida,

porque estás en los árboles
si los miro despacio,

y en la hierba que piso
rozo tu superficie

y te siento en la lluvia
cuando cae de pronto

y te oigo en la tierra
al girarse callada

y te abrazo en el aire
de cada movimiento

y te veo en la noche
aunque vengas oscura

y te pronuncio en todos
los objetos que nombro

y me mojas los labios
al contacto del agua.

Olvidarte es negarme
a seguir adelante,

porque con tu pasado
ando yo mi futuro

y de tu lejanía
resulta mi distancia
y a menudo te toco
cuando muevo las manos

y cada día me llegas primero
tú que el alba

y contigo respiro
mejor que con un soplo

y tú eres mi víspera
de cualquier día, a diario

y si no espero en ti...
Y es que tú estás en todo.

(C) Aurelio González Ovies
Nadie responde (1994)
Esta luz tan breve
Saltadera, Oviedo, 2008

jueves, 15 de marzo de 2012

Tarde con lentitud

Llega la primavera y con ella sensaciones, aunque muy vividas, nuevas


Revientan ya los prunos y el rododendro. El cielo está, día a día, como más alto. Atardece la tarde con lentitud. Ensayan las gaviotas sobre la playa. El nordeste me engaña: sopla con tanta fuerza, con tanto añil y brillo como en verano. Cruza el cielo un avión, deja su estela frágil. Una única nube ante mis ojos. Únicamente yo ante este espacio. En primavera siento mi carne ya extinguida, y que en mi cuerpo pesan la luz y el aire, y duelen, año tras año. Huele a tierra movida por las aldeas y los caseríos, ya empieza el movimiento de los tractores por los solos caminos que van al campo. No adivino quién suelta la primavera, quién repone la púrpura de los geranios. No sé quién determina las mariposas ni quién diseña el trazo de las libélulas ni quién posa el fulgor en el caparazón inédito de los escarabajos. Me admiran su belleza, su perfección, su resignada esencia, su brevedad, su tránsito. Ante esta exactitud, ante tanta bondad, ante esta inmediatez, ¿cómo puedo encontrarme decepcionado?

¿Cómo puedo no ver tanto indicio de vida, cómo puede cegarme un estado de ánimo? Aroman las mimosas al borde de este instante. Los laureles ultiman la flor nueva. Alguien quema a lo lejos madera de manzano. Así olían las horas más gratas que recuerdo. A silencio y a humo, a antigüedad del barro. A cariño tendido bajo esbeltas paneras. A resina y a monte. A tiempo muy tranquilo subido en las higueras. A merienda de pan blanco con plátano. Regreso hacia el hogar. Miro atrás y no escucho más que el graznar conjunto de cuervos que disputan un lugar para el nido. Ya se palpa el crepúsculo. Cruje mi soledad a cada paso.

Me sucede lo mismo cada vez que restallan las primeras cigarras. Cada vez que resurge el ímpetu marzo. Mi historia pertenece a cada diapasón de la naturaleza, a cada movimiento de la oruga, a la fosforescencia del lagarto. Una parte de mí pertenece al silbido del jilguero, al tallo del saúco, al libre saltamontes, a la esbeltez del árbol. Otra fracción muy grande la escondí en una senda que va a los hormigueros, en unas altas ruinas donde saboreé su cuerpo y el tabaco, en las sebes que cercan las viejas pomaradas, en guaridas y pozas, establos y regatos. Regreso hacia el hogar. Chasquea mi vacío a cada paso.

(La Nueva España, 14-03-2012)


jueves, 8 de marzo de 2012

El Norte de Asturias en el corazón de México


El miércoles 7 de marzo de 2012, un grupo de personas se reunieron en la Biblioteca Municipal de la ciudad de San Miguel de Allende -que ha sido nombrada "corazón de México"-  en torno de la palabra del creador asturiano Aurelio González Ovies, el poeta que viene del Norte.
Aurelio González Ovies: el poeta que viene del Norte 
Por María García Esperón


 


miércoles, 7 de marzo de 2012

La poesía de Aurelio González Ovies en San Miguel de Allende

La Biblioteca Pública Municipal de San Miguel de Allende y María García Esperón presentarán la poesía de Aurelio González Ovies hoy 7 de marzo a las 5 PM, dentro del programa "Miércoles de poesía: El goce por leer", bajo la coordinación de Jesús Rodríguez,  La entrada es libre.


Mientras llegaba este día tan especial cuatro jóvenes estudiantes ( María Francisca, Laura Elizabeth, Juana Karina y Nancy) que realizan el servicio social en la biblioteca, han ido colgando más de 50 carteles en los alrededores y transmitiendo además de viva voz el sentido de este evento.




También el periódico La Atención de San Miguel de Allende recogía un artículo haciéndose eco de la poesía del asturiano e invitando a los sanmiguelenses a esta reunión poética .


Jesús Rodríguez y María García Esperón fueron invitados ayer por el canal TV4 San Miguel para convocar al público a asistir a esta reunión en torno a la poesía del poeta asturiano. Se leyó en directo el poema "Anuncio por palabras" 
Jesús Rodríguez y María García Esperón en TV4 San Miguel

Así mismo la convocatoria se escucho a través de las ondas hoy mismo desde la cabina de XESQ Radio San Miguel de Allende. Parece que se ha despertado un gran entusiasmo a través del departamento de comunicación social de la Dirección de Educación y Cultura de San Miguel para hacer de la tarde del 7 de marzo una celebración de la palabra.


sábado, 3 de marzo de 2012

Invierno en primavera

Sombríos días. Eran como el otoño a inicios del verano, como un invierno injusto en vez de primavera. Como un oscurecer a plena luz. El verde se apagaba durante muchas horas y la humedad entraba por patios y jardines, inundando las capas de la naturaleza. Era como otro día distinto a media tarde, como otra tarde extraña de terrible pereza entre las flores jóvenes, las brotes casi a punto y el silbo de los pájaros. Nosotros los sabíamos siempre muy de antemano, observando la mar y el color de unas nubes verticales y densas. Invierno en primavera, preludio de un verano entero entre la bruma.

Cuando venía la trona y nada era posible más que dormir la siesta, las casas silenciaban después de la comida y allegaban ventanas y cerraban las puertas y entonces me cegaba una angustia gigante, me entraba aquella fiebre que a veces me invadía al pensar en la escuela. Era como una estancia en el hastío, como un lento transcurso en una sala enferma. Orvallaba y estallaban los truenos furibundos y se oía el chasquido de los charcos cruzados por los carros que regresaban, chorreantes, cargados de vallico y blanda hierba. Y se pudrían los frutos que prometían los árboles y se caían los pétalos de las rosas más nuevas.

Durante nueve días, cada tarde más tarde, se repetían relámpagos, chubascos y condena. La negrura asomaba su lentitud altiva y avanzaba tapando la inmensidad del cielo. Era como una sombra poderosa en mitad de una época hermosa de la vida. Los arbustos quedaban parrados por el agua y con el agua olía el calor de la tierra, como a humo muy viejo, como a alas de niebla. Y enmudecían los grillos primeros que ensayaban y se llenaba el mundo de tardos caracoles y salían los sapos a morir aplastados a lo largo y lo ancho de cualquier carretera.

Durante nueve tardes los rayos temerosos y el ruego a santa Bárbara, al pie de la cocina, con hojas de laurel quemadas en la chapa y la voz temblorosa de las tías abuelas: ora pro nobis…, que en el cielo estás escrita…, con papel y agua bendita..., amén. Era como un continuo ocaso, como un miedo constante, como una amenaza de cara a la niñez. Como una metáfora que barruntara ya: esto es nada, verás lo que te aguarda, aguarda lo que espera.

Escampaba después de mucho rato, a la hora de la cena. Los plomos se fundían casi siempre y mi padre cambiaba unos hilos de cobre chamuscados, lamentando que apenas veía ya de cerca. Era como un invierno muy ingrato a la entrada impaciente de nuestra adolescencia. Como una sensación de estar acorralados, hundidos en una noche extraña, en un exilio largo, en una luctuosa temporada a principios de aquellas primaveras.

(La Voz de Asturias, 3-03-2012)