sábado, 25 de septiembre de 2010

El cuartín de la sala


Como a un cuartu

benditu con alcohol de romeru,

entro de ralo en ralo

na memoria:

el crucifixu quietu, el cable

de la lluz, la pera, la mesita…

Túmbome un poco. Si pudiere escribir

esti silenciu,

podría entender la vida.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Rizos



A Rizos le cuesta
subir la escalera
arrastra y le duelen
las patas traseras
y cuando le falta
casi ya el aliento
se queda parado
mirando a su dueño.

-Anda, por favor,
cógeme en el cuello-

Y el dueño le coge
y acaricia a Rizos
que es una madeja
de pelo y cariño,
y menea la cola,
le lame la cara
que es como los perros
suelen dar las gracias.

A Rizos le cuesta
bajar a la vida,
prefiere quedarse
tumbado en la silla.

Prefiere acabar
el hueso del tiempo
junto a un peluche
que es como él de viejo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Oda a mi madre


Cómo voy a negarte
la sencillez azul de alguna tarde,
las palomas que vienen a este árbol
a mirar cómo cantas;
cómo voy a olvidarte,
a no quererte,
si me enseñaste a dividir por cuatro cifras
sobre un papel de estraza;
¡qué fácil resultó
con, solamente
ver tus dedos
sumándose a los míos!
¿Crees que podría decirte
que ya no me apeteces,
que ya no tengo tiempo para hablarte?
si me enseñaste todos los nombres
de la vida,
todas las capitales
girando sobre océanos
todos los territorios
sembrados con sus razas:
¡qué hermosa caminaba
tu mano sobre el mapa!
Cómo voy a gritarte
cuando no te sujetes,
cuando no haya equilibrio
más allá de tus labios,
si la primer imagen
de la tierra,
la vi desde los alpes de tu cuello,
la hablé cogiendo un trozo
de tu habla;
¡qué dulce me cayó
la eme que recuerdo
de tu primer palabra!
Cómo voy a dejarte,
¿crees que podría perderte?
Cómo voy a olvidarte.

Exilios interiores



EXILIOS INTERIORES

En tu espacio está todo lo que asumes de espacio,

todo lo que tú ocupas como parte del mundo,

todo lo que del mundo forma parte de ti.

Tú, como peso en la piedra. Como el rojo

en la rosa. Como el aire en el árbol. Como el puño al poema.


Y si un día miraras y encontraras caballos

aunque no sean caballos, y tú

vieras caballos

(aunque sean de humo), porque tú ves caballos,

podrán ser tus caballos y llevarte muy lejos

y enseñarte a galope

aquello que no existe pero nos lo parece

y aquello que resurge

y brota
y está ahí, brillante, desde siempre,

desde siempre esperando caballos

luminosos con un hombre que admite:

solamente nosotros mentimos las verdades.

Y entonces tú te posas y tus caballos beben

y una extensión muy grande

como un libro con toda la noche y las estrellas,

como un verso gigante de donde baja el agua

serán espacio tuyo,

mirada de tus ojos,

tamaño de tus manos,

instante muy fugaz, realidad muy larga.

Y entonces tú cabalgas, en tus caballos ágiles,

aunque sean de pétalos que van quedando atrás,

aunque sean de olas que mueren en la arena,

aunque sean caballos, de tan hermosos,

breves.

martes, 21 de septiembre de 2010

Postulación


Dame tus manos, mar. Oríllame

a tus alas. Arrástrame a la luz.

Sedimenta tu sed sobre mi voz caduca.

Ahógame en el fondo de tu forma

sin ángulos. Déjame

concebir el agua, corporeizarme

en líquido;

sentir que no naufrago

ahora

siempre

por ahora

y




para siempre.




Dame tus alas, mar. Abrázame

en tu hondura, alístame

en tus olas.




Aquí en la tierra no es libre ya ni el viento.

Sólo conozco

-ahora

siempre

por ahora-

la deriva.

Exiles intérieurs




Exiles intérieurs
Dans ton espace est tout ce que tu assumes d'espace,
tout ce qui tu occupes comme partie du monde,
tout ce qui du monde fait partie de toi.
Toi, comme poids dans la pierre. Comme le rouge
dans la rose. Comme l'air dans l'arbre. Comme le poing dans le poème.
Et si un jour tu regardais et trouvais des chevaux
même s'ils n'étaient pas de chevaux, et toi
tu verrais des chevaux
(même s'ils n'étaient que fumée), parce que toi tu vois des chevaux,
ils pourraient être tes chevaux et t'emporter très loin
et t'apprendre au galop
ce qui n'existe pas mais nous paraît exister
et ce qui resurgit et pousse et se tient là, brillant, depuis toujours,
depuis toujours attendant des chevaux
lumineux avec un homme qui admet :
il n'ya que nous à mentir les vérités.
Et alors tu te poses et tes chevaux boivent
et une étendue très grande
comme un livre avec toute la nuit et les étoiles,
comme un verset géant d'où tombe l'eau
devient ton espace,
le regard de tes yeux,
la dimension de tes mains,
l'instant très fugace, la réalité très longue.
Et alors tu chevauches, sur tes chevaux agiles,
bien qu'ils soient des pétales qui restent en arrière,
bien qu'ils soient des vagues qui meurent dans le sable,
bien qu'ils soient des chevaux, si beaux,
si brefs.

Traducción: Jean Dif
Realización: Catamaram

lunes, 20 de septiembre de 2010

En las viejas miradas la luna canta tangos


En las viejas miradas la luna canta tangos.
Soy el antepasado de los que me suceden,
soy un gitano oriundo de la flor de la pena,
soy el giro ancestral de la rueda del carro.
Soy un camino errante. Vengo del Norte.

He traído a mis muertos para que vuestros campos
germinen la promesa,
y ha venido la sangre a llover esta tarde
para que aquí reviente nuestra estirpe
con la fecundidad de los volcanes.

Soy el grisú que flota en las bocas ajenas,
soy el túnel que desemboca en la desesperanza,
soy el marzo que apunta en la rama del verso,
soy el corresponsal de las hogueras.

Vengo del Norte,
de la escritura cuneiforme del acebo,
de los funerales de la agricultura,
de la enorme tristeza con que se aleja el oso,
de la genealogía del pan de leña.

Ella viene conmigo porque es fértil
y amamanta a las mulas;
ella es la pregunta carnosa que rellena los frutos.
Algún día entenderéis por qué la quiero
y por qué come el polvo que levanta el futuro.

Tendremos una casa
y vendrán a cocer pan vuestras mujeres;
tendremos un establo y volverán los gritos de las fraguas.
Yo soy de un domicilio rural como la niebla,
soy el rompeolas de la edad tempestuosa,
soy el deseo marítimo de los de tierra adentro,
soy el invertebrado. Vengo del Norte.

No conocéis el viento ni sus silbidos rubios
cuando el bambú se seca. Yo os traigo miradas viejas,
ojos parados en el solsticio.
Os traigo la luna en una jaula de lágrimas.
En las miradas viejas la luna enciende tangos.

Vengo del Norte,
del cazador furtivo de los páramos,
del relincho huérfano del asturcón,
de los caserones dorados del poniente.
Ella tuvo un reino detrás de la distancia
y descifra los signos de los que nunca llegan;
ella habla dos mil lenguas como los ojos
y redacta los fósiles de la memoria.

Quedaremos aquí,
donde el humo regresa al fuego,
donde la eternidad no bautiza a sus huéspedes,
donde los dioses son salvajes,
donde la verdad cierra al crepúsculo.
Quedaremos aquí y ella estará orgullosa
como el ave que oculta a los polluelos debajo de su vuelo.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Luna



(AGO. Para Ros (y para Rosa S.), que echaban de menos la luna. 01-01-09)

Luna. Hoy hace luna.
Cuántas veces yo me he encontrado solo
y la buscaba.
Ella siempre está ahí.
Eso es bastante.
(Cualquier día la rompen
o de rabia, la mojan y la apagan).
Cuántas cosas le dije...
Cuántas noches pensé
que estaba solo
y sin embargo,
no sé,
quizá,
de tanta soledad,
mirándola sentí
que alguien me acompañaba.

(C) Aurelio González Ovies
Voz: María García Esperón
Música: Yiruma
Imágenes: AGO, Google
MMX

sábado, 18 de septiembre de 2010

En las viejas miradas la luna canta tangos




EN las viejas miradas la luna canta tangos.

Soy el antepasado de los que me suceden,

soy un gitano oriundo de la flor de la pena,

soy el giro ancestral de la rueda del carro.

Soy un camino errante. Vengo del Norte.



He traído a mis muertos para que vuestros campos

germinen la promesa,

y ha venido la sangre a llover esta tarde

para que aquí reviente nuestra estirpe

con la fecundidad de los volcanes.

Soy el grisú que flota en las bocas ajenas,

soy el túnel que desemboca en la desesperanza,

soy el marzo que apunta en la rama del verso,

soy el corresponsal de las hogueras.

Vengo del Norte,

de la escritura cuneiforme del acebo,

de los funerales de la agricultura,

de la enorme tristeza con que se aleja el oso,

de la genealogía del pan de leña.

Ella viene conmigo porque es fértil

y amamanta a las mulas;

ella es la pregunta carnosa que rellena los frutos.

Algún día entenderéis por qué la quiero

y por qué come el polvo que levanta el futuro.



Tendremos una casa

y vendrán a cocer pan vuestras mujeres;

tendremos un establo y volverán los gritos de las fraguas.

Yo soy de un domicilio rural como la niebla,

soy el rompeolas de la edad tempestuosa,

soy el deseo marítimo de los de tierra adentro,

soy el invertebrado. Vengo del Norte.



No conocéis el viento ni sus silbidos rubios

cuando el bambú se seca.

Yo os traigo miradas viejas,

ojos parados en el solsticio.

Os traigo la luna en una jaula de lágrimas.

En las miradas viejas la luna enciende tangos.



Vengo del Norte,

del cazador furtivo de los páramos,

del relincho huérfano del asturcón,

de los caserones dorados del poniente.

Ella tuvo un reino detrás de la distancia

y descifra los signos de los que nunca llegan;

ella habla dos mil lenguas como los ojos

y redacta los fósiles de la memoria.


Quedaremos aquí,

donde el humo regresa al fuego,

donde la eternidad no bautiza a sus huéspedes,

donde los dioses son salvajes,

donde la verdad cierra al crepúsculo.

Quedaremos aquí y ella estará orgullosa

como el ave que oculta a los polluelos

debajo de su vuelo.

Quedaremos aquí definitivamente cerca del origen del agua.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Quién diera a su ir y venir la quietud de tu alma


Cuando lloraba, entonces

yo le decía:

no llores,

         mira,

              ¿ves?,

por ti va y viene el mar

con olas a la tierra.

Tú lloras porque no la alcanzas

y ella porque no te llega.

(Para Reme)

domingo, 12 de septiembre de 2010

Peaje



No sé si habrá distancia más lejos

que hasta mí. Mientras cae el otoño,

el mismo siempre, sobre esta extensa

tierra que tengo ante los ojos. Mientras

cruzan los buitres el cielo que diviso,

mientras las nubes bajas amenazan

con lluvia, mientras miro y contemplo

mis manos ya manchadas, mientras

hago memoria y recuento mi vida.


¡Qué cerca estoy de nada, qué lejos

de mí mismo!

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cada palabra



Soy el lenguaje. Tú eres mi lenguaje. Cada palabra nombra el universo que nos distancia. La palabra verano arrastra cascabeles y si pronuncio agosto  surgen los pinares. Y Andalucía se escribe con palabras de cuerda. Yo soy la voz, tengo el lenguaje. Y cuando digo brea cantan los marineros, como con cartabón una niña comulga en una ermita.

Reminiscencia está con sus sílabas siempre en primavera y lugar tiene cardos y grillos y vergüenza.

Cada palabra nos suma al infinito. Y en cada nombre estamos singulares. Escribo trashumante y unos gitanos hacen noche en las lagunas de mi vida. Y en cinamomo escucho mi infancia emancipándose. Yo tengo voz, tú voz es mi lenguaje. Somos la diferencia de las cosas. En cada nombre habita un mundo inmenso, en cada nombre hay muerte y hay orígenes.

El verbo ser proviene de bengalas y en fármaco se acuesta la senectud de Sócrates.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Qué de la belleza


QUÉ de la belleza
si nos vendan los ojos.

Se mantendrían en pie

poemas coloniales y sus palmeras
de ímpetu.

Apreciaría el espacio
que ya no vemos
nada,
que ya no amamos
nada.

Palparíamos entonces la salud y el amor
en primer plano.

Reflectaría el día en la tez
de la noche.

Opacaría la noche las vidrieras
del día.


Merecería la pena la cerrazón
del círculo,
la perfección de un labio,
la duración incierta
del presente.


Cómo no adivinar materia

luz
naufragio
semillas
animales
transparencia

cantautores
metales
eremitas

donde un prendedor

de aire
sostiene las cenizas de Valente,
Valente, sí,
Valente,
por más que sea ceniza.

Quién espolvorearía
la púrpura
en las escamas de los peces.

Qué Serrat más cobalto
que el de Mediterráneo.

Qué estrofas más doradas entre las amapolas
de los campos de Claudio,
aquel
silo
de voz
que
se
alzaba
en
Zamora
desde toda Castilla.

Quién sobrellevaría no haber tenido
nunca
un reino entre las manos,
la vida ante los ojos,
la vida sobre un fruto,
el mundo en un deseo.

Y una víspera Hernández,
con él,
allí, en su celda, para escuchar sus ojos
llorar tarareando las nanas

de cebolla.


Y un verso, un verso
sólo
que justifique
solo
toda la existencia.

Y una palabra,
una palabra
sola

que merezca
la vida,

la vida
entera.

Lo juro.

Tocata y fuga
en mi voz.

Principios de primavera.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Fugacidad retenida


Esto que fluye aquí delante, paisaje noble, luz muy sencilla, calma de pueblo, es sólo mío si yo lo miro, es sólo así porque lo observo: vago horizonte, viejas higueras, primeras luces tras las ventanas, coches que pasan allá a lo lejos, voces de niños que se recogen, olor muy triste de la tortilla, matas de hortensias, latas y tiestos son testimonio de que yo estoy, aquí y ahora, de que los siento. Pero jamás así de igual, jamás tampoco así de intensos, por mucho que se repitan tardes como ésta, ojos como los míos, verdades como son ellos.

(La Nueva España, 2 de septiembre de 2010)




(AGO. Bañugues. El Llugar y La Quintana. 29-08-10. Tardes de cal viva)

sábado, 4 de septiembre de 2010

Nunca hice daño a nadie


Nunca hice daño a nadie
-que yo sepa-;
ni me importó la vida
de los otros.
Si me pidieron algo abrí
los brazos.
Me equivoqué a menudo
y me equivoco.
Escuché. Puse llave
a dudas y secretos.
Deudas, alguna que otra,
la más grande conmigo.

No me conozco.

Muchas veces me dicen
que siempre estoy
rodeado
de gente..., sí,
y a veces
de tanta multitud
me encuentro más que

solo.

Fumo más de la cuenta
y entro y salgo,
saludo a muchas caras...
Amigos, lo que se llama
amigos,
tengo pocos.
Lloro cuando no puedo
resistir el dolor,
pero me suele hundir
cualquier mal trago
o un simple día de otoño.

Por lo demás ya veis:
a la vida le pido
lo mismo, al fin
y al cabo, que
vosotros:
que me deje vivir,
pero mientras yo pueda
hacerme cargo.
Por lo demás, ya saben:
lo que me gusta
ver
lo miro y a la cara.
A lo que no me va
cierro los ojos.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Canto


Canto
al que planea ñubes, vilanos y burbuyes,
al qu'esguila a la vida a por sangre montés,
al que baxa a les tumbes a sentar a los muertos;
al que invierte'l so oru, tritura la so especie
pa que nun desapaezan
la miel casero
nin los lentos ocasos,
nin l'azafrán,
el mostu,
el crisantemu,
la raitana,
el lliriu,
les naranxes
nin la yerba.