Desenterró su cuerpo. Pidió un poco
de luz.
Entendió que nada había cambiado.
Cogió una rosa. Se empapó con la lluvia,
acarició la tela de la tarde,
escuchó el mirlo
y prefirió seguir tumbada entre los muertos.
Miravoz de la poesía de Aurelio González Ovies
La hora de las gaviotas (y otros poemas) Aurelio González Ovies Enlace Editorial Bogotá, 2016 Un libro para las dos orillas E...