los tienes seguro a mano.
Utensilios: unas horas
de disposición y un cazo.
Trituramos los problemas,
desmigamos los obstáculos.
Desechamos las tristezas
y a las penas, sartenazo.
Doramos las esperanzas,
la ilusión la enharinamos.
Y que no nos quemen mucho
las amarguras de a diario.
Espolvoreo paciencia,
y paz y fuerza le añado;
vierto almíbar de futuro
y una copa de entusiasmo.
Al fuego los descontentos
y los sentimientos malos.
Pongo amor en rama, un litro
de los deseos más gratos.
Remuevo bien, a conciencia,
salpico de vez en cuando
con dulzura de la infancia
y corteza de un verano.
Cogemos un bol de aguante
lo mezclamos y amasamos
hasta que coja la forma
de una promesa, un abrazo.
Cuando sonría la masa,
la estiramos y enroscamos.
Batimos nieve hasta el punto
de vaciar todo cansancio
y las ideas, bien claras.
Las yemas las reservamos.
Adornamos con firmeza
y amor caramelizados.
Un portazo a los pesares
y, de seguido, horneamos.
Ya verás qué roscón sale
con sabor a feliz año.
''Que vos preste y que vos dure
¡Mucha suerte a cada paso!''
Receta-regalo para el blog Con la luz de mi cocina