Bañugues
Dicen que van a llevarnos a la
ciudad un día. Y que iremos a un restaurante bueno, donde comes de todo. Que
tienen ascensor como el piso al que voy con mi madre a los Rayos, de esos como
una jaula con la puerta de hierro y poleas y cables (ella se ahora sólo con
pensar que quedamos colgados y encerrados y solos). Siempre dicen lo mismo
cuando termina agosto. Siempre escriben su calle y el número de puerta y
prometen volver antes de navidades. Siempre, pero seguramente ya nunca más
vendrán como los de otros años y otros y otros.
Lo que más pena da es mirar los caminos por donde caminábamos y hacíamos las
hogueras y encontrar en el suelo el hollín ya borrándose, sin apenas rescoldos.
Lo que más entristece es la mar tan vacía, sin pandillas gritando ni familias comiendo,
y esta luz que se apaga cada día más pronto. Lo que menos me gusta es verlos
recoger su casa de verano y llenar las maletas con las toallas bajadas y
desarmar las bicis y cargarlo en el coche y amontonarlo todo. Lo que nada me
agrada es sentir el invierno, que es tan largo y tan duro, y me trae catarros y
muchos sabañones y me huele penuria y a abandono.
Dicen que estudie mucho para el curso nuevo también lo apruebe todo. Y me dejan
un libro con los nombres de pájaros que escucho a todas horas y un folleto de
faros y tebeos, revistas y un montón de periódicos. Me juran que sus hijos me
enviarán postales y que de vez en cuando llamarán por teléfono. Y eso sé que es
mentira, porque aquí no hay teléfono más que en casa de Julia, en la panadería,
y tendrían que llamar y pedir que me avisen y volver a llamarme y eso sé que es
un rollo. Tal vez nunca me llamen, igual que los de otros veranos y otros y
otros.
Intentan convencerme de que un año no es nada, de que un año es muy corto. Pero
a mí me parece que aquí un año es eterno, con el viento soplando a toda mecha y
esas noches terribles con truenos que iluminan la pared de los cuartos y nos
funden los plomos. Es tan fácil decirlo? Lo que más pena da es ir a despedirlos
y observar cómo marchan con la ropa apilada sobre las ventanillas, las gafas de
buceo, las aletas, el gorro?