viernes, 30 de diciembre de 2011

ROSCÓN DE FIN DE AÑO

Son pocos los ingredientes,

los tienes seguro a mano.

Utensilios: unas horas

de disposición y un cazo.

Trituramos los problemas,

desmigamos los obstáculos.

Desechamos las tristezas

y a las penas, sartenazo.

Doramos las esperanzas,

la ilusión la enharinamos.

Y que no nos quemen mucho

las amarguras de a diario.

Espolvoreo paciencia,

y paz y fuerza le añado;

vierto almíbar de futuro

y una copa de entusiasmo.

Al fuego los descontentos

y los sentimientos malos.

Pongo amor en rama, un litro

de los deseos más gratos.

Remuevo bien, a conciencia,

salpico de vez en cuando

con dulzura de la infancia

y corteza de un verano.

Cogemos un bol de aguante

lo mezclamos y amasamos

hasta que coja la forma

de una promesa, un abrazo.

Cuando sonría la masa,

la estiramos y enroscamos.

Batimos nieve hasta el punto

de vaciar todo cansancio

y las ideas, bien claras.

Las yemas las reservamos.

Adornamos con firmeza

y amor caramelizados.

Un portazo a los pesares

y, de seguido, horneamos.

Ya verás qué roscón sale

con sabor a feliz año.

''Que vos preste y que vos dure

¡Mucha suerte a cada paso!''

 © Aurelio González Ovies
Receta-regalo para el blog Con la luz de mi cocina